jueves, 22 de noviembre de 2012

Más alianzas y traiciones, en la guerra de bandas del Bajo Cauca


* Por razones de seguridad se omiten los nombres de algunas de las fuentes.



Foto: El Mundo
Captura de presuntos BACRIM en Cáceres, junio de 2011
Las investigaciones judiciales a la banda Los Paisas, la captura de alias Picapiedra y la traición de muerte a alias Sebastián, fueron sucesos que incidieron en la guerra entre bandas del Bajo Cauca y desataron escándalos sobre la presunta cooperación de miembros de la fuerza pública con estas organizaciones criminales. 

Esas situaciones ocurrieron entre los años 2010 y 2011, cuando las capturas y los asesinatos de varios los líderes delincuenciales de la región originaron la reconfiguración de algunas estructuras, principalmente de la banda Los Paisas que terminó dividida. La guerra y sus alianzas en el Bajo Cauca

Una de las capturas más relevantes del 2010 ocurrió en el mes de abril, cuando fue detenido Wilson Mejía Salgado, alias Picapiedra, hombre de confianza de Ángel de Jesús Pacheco Chanci, alias Sebastián, en la banda Los Rastrojos.

Mejía Salgado lideraba redes de sicarios y además protegía propiedades y rutas de narcotráfico del ex jefe paramilitar Ramiro Vanoy Murillo, quien había sido extraditado a Estados Unidos. La información la entregó el director de la Dijín, general Luis Gilberto Ramírez, tras la captura de Picapiedra en zona rural de Buena Vista, Córdoba.

Este hombre “creó una red sicarial para asesinar a los que mataron a los parientes de Vanoy”, aseguró el alto oficial, refiriéndose a los homicidios de José Nelson y Vladimir, hermano e hijo del ex jefe paramilitar respectivamente.

Estos crímenes habrían sido ordenados por Rafael Álvarez Pineda, Chepe, y César Augusto Torres Luján, Mono Vides, presuntos cabecillas de Los Paisas, quienes al parecer pretendían adueñarse de las propiedades, las armas y los negocios ilícitos que tenía Vanoy.

Por esa razón Picapiedra y Sebastián, quienes eran leales a “Cuco Vanoy”, desertaron de Los Paisas y se fueron a Los Rastrojos para combatir a sus antiguos aliados que terminaron unidos con Los Urabeños.

Pero en el 2010 la otra fracción de Los Paisas también sufrió un duro golpe con la muerte de Mono Vides durante un enfrentamiento con la policía en una finca de Tarazá, hasta donde llegaron uniformados de la Dijín y de las fuerzas especiales para capturarlo.

Este hombre también había pertenecido al Bloque Mineros, pero luego una discordia con Cuco Vanoy se unió al Bloque Central Bolívar, comandado por Carlos Mario Jiménez, alias Macaco.

Al momento de su muerte Mono Vides era cabecillas de Los Paisas y, según las autoridades, lideraba una alianza con el jefe de La Oficina, Maximiliano Bonilla alias Valenciano[i], para el tráfico de drogas.

Muerto Mono Vides, alias Chepe se perfiló como máximo jefe de Los Paisas y Germán Bustos, alias El Puma, otro ex miembro del Bloque Mineros quien tenía una fuerte influencia en Valdivia, adquirió más peso dentro de la organización. Así las cosas, Los Paisas continuaron la disputa por el control del Bajo Cauca, al lado de Los Urabeños.

De esta forma lo explicó un líder civil de Caucasia: “Chepe siempre domina lo que es Tarazá, en los corregimientos La Caucana y El Doce; y en coordinación con El Puma, domina lo que es Puerto Valdivia y Valdivia. La información que tengo ahora, es que Chepe está en Piamonte con alias Don Leo, que es el que está dominando la zona de Los Urabeños.”

Jacinto Nicolás Fuentes Germán, alias Don Leo, es un hombre con trayectoria en la guerra; pues fue miembro de la guerrilla del EPL y posteriormente comandante paramilitar del Bloque Sur de Bolívar, bajo las órdenes de Carlos Mario Jiménez, Macaco, jefe del Bloque Central Bolívar.

Justamente en el año 2008 Don Leo fue capturado en el municipio de Envigado, Valle del Aburrá, porque según las autoridades continuaba delinquiendo para Macaco, quien había sido extraditado a Estados Unidos.[ii]

En el momento de su detención, Jacinto Fuentes fue señalado de comandar las Águilas Negras, en el Sur de Bolívar, y de realizar alianzas con la guerrilla de las FARC para el tráfico de drogas.

Tal parece que luego de quedar en libertad, Don Leo volvió a sus andanzas y, como parte de Los Urabeños, se alió con Chepe de Los Paisas para disputarle el territorio a Los Rastrojos en el Bajo Cauca, cuya cabeza más visible, para ese momento, era alias Sebastián.


Una muerte que develó corrupción institucional

El 25 de julio de 2011, una traición tomó por sorpresa a la opinión pública, a las autoridades y, principalmente, a la comunidad del Bajo Cauca. En una finca, ubicada en el corregimiento Piamonte del municipio de Cáceres, dos escoltas asesinaron a su jefe: Ángel de Jesús Pacheco, Sebastián, cabecilla de Los Rastrojos.

La muerte de Pacheco Chanci habría ocurrido a raíz de una disputa con sus escoltas, según informó la Policía de Antioquia al confirmar que los guardaespaldas de Sebastián, Héctor David Escarpeta Suárez, El Negro, y Luis Alberto Paternina Álvarez, Guadaña, se entregaron a las autoridades y aceptaron su responsabilidad como autores del homicidio.

El sometimiento de estos hombres sería clave en las investigaciones contra miembros de la fuerza pública, porque El Negro y Guadaña les entregaron a las autoridades información financiera de Los Rastrojos, según la cual varios policías y militares del Bajo Cauca estaban incluidos dentro de la nómina de Sebastián.

Pero desde el  2010 ya se habían conocido acusaciones que involucraban a la Fiscalía, como lo denunciaron algunos habitantes durante un consejo de seguridad realizado ese año, según reveló un líder civil de Caucasia. La Fiscalía anteriormente actuaba muy mal porque había mucha infiltración. Ahora la actual está actuando, porque la cambiaron desde finales de 2010.”

Entre tanto en Tarazá, se conoció que Los Urabeños habría incluido dentro de su nómina a miembros de la fuerza pública, como quedó evidenciado en una interceptación telefónica realizada por los organismos de inteligencia en el 2010 y revelada por la revista Semana. La investigación judicial pretendía desarticular las redes de apoyo que estaba creando esa banda criminal, entonces conocida como las Autodefensas Gaitanistas.

Sabe qué, 99,9 Gaitanista le dice un agente de la Policía Nacional, destacado en la estación del municipio de Tarazá, a un mando medio de la llamada banda criminal emergente los Gaitanistas, meses antes de convertirse en la estructura armada ilegal que hoy es conocida como los Urabeños…”[iii]

Este tipo de situaciones contribuyeron a debilitar la confianza en las autoridades, como afirmó un funcionario público de Cáceres, al explicar que algunos habitantes “no confían por los antecedentes de la fuerza pública (…) Aquí han cambiado –policías- y de aquí tengo entendido se fueron algunos para la cárcel que están siendo investigados precisamente por eso.”

Y es que el 4 de agosto de 2011 estalló otro grave escándalo de corrupción, luego de que un juez de Medellín les imputara cargos a 20 presuntos colaboradores de la banda Los Paisas, entre los cuales había 7 policías y 2 militares, capturados en el Bajo Cauca.

 “Con confesiones de varios integrantes de la banda capturados y las interceptaciones a más de 130 celulares, la Fiscalía descubrió el manejo de una compleja red criminal con estructuras en zonas urbanas y rurales del Bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba. Con un agravante, según la fiscal del caso: una preocupante alianza con algunos miembros Fuerza Pública"[iv]

Pero las investigaciones y las capturas, al parecer no fueron suficientes para diezmar a la banda Los Paisas y principalmente a Los Urabeños, que consolidaron su poder en la región del Bajo Cauca. En esa conquista habría sido fundamental un pacto realizado a finales de 2011 con la banda Los Rastrojos, que renunciaría a luchar en la región. BACRIM en el Bajo Cauca: un pacto débil y parcial

De esa forma, Chepe y Don Leo se posicionaron como los principales jefes del crimen en el Bajo Cauca y, según algunas versiones, habrían ubicado su centro de operaciones en el corregimiento de Piamonte, desde donde también habrían delinquido los paramilitares y el mismo Sebastián.


El fortín de Piamonte...
En desarrollo

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[i] Maximiliano Bonilla, alias Valenciano, libraba una guerra a muerte con Erickson Vargas, alias Sebastián, por el control de La Oficina en el Valle de Aburrá. La disputa por esta organización comenzó tras la extradición del ex jefe paramilitar, Diego Fernando Murillo, alias Berna. Tanto Valenciano como Sebastián extendieron sus redes criminales hasta otras regiones de Antioquia para copar territorios que les pertenecieron a los paramilitares.

[ii] Artículo en página Web: El Tiempo, 2008, 28 de julio, “Detienen a Don Leo jefe de las Águilas Negras en el Sur de Bolívar”, disponible en sitio Web:

[iii] Artículo en página Web: Revista Semana, 2011, 2 de agosto, Restrepo E., Juan Diego,  “99,9 por ciento Gaitanistas: Policía de Tarazá”, disponible en sitio Web: http://www.semana.com/opinion/999-ciento-gaitanista-policia-taraza/161599-3.aspx

[iv] Artículo en página Web: El Colombiano, 2011, 14 de agosto, Monroy Giraldo, Juan Carlos, “Así mata y corrompe la banda Los Paisas”, disponible en sitio Web:

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